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El padre de María es aficionado a la pesca y les ha leído una entrevista que ha salido publicada en una revista de viajes sobre la pesca de las algas. Y vosotros, ¿habéis probado alguna vez las algas?
LAS ALGAS UN ALIMENTO MUY SALUDABLE
Vivir en la costa ofrece la posibilidad de dedicarse a muchas actividades relacionadas con el mar. Pero nunca habríamos dicho que la de recoger algas fuera un oficio. A esto se dedica Alexandre Galeno, un joven que vive en el norte de Francia, en un pueblo de la costa atlántica donde sopla el viento todo el día.
—Hola muchas gracias para atendernos, Alexandre, Tienes una profesión muy curiosa.
—¡No tanto! Las algas siempre han sido útiles para la gente que vive cerca del mar.
—¿Ah, sí? ¿para qué sirven?
—Antiguamente se usaban para proteger material delicado, como el vidrio, para rellenar almohadas e incluso para hacer medicamentos.
—Pero en Bretalg no os dedicáis a esto, ¿verdad?
—No, no. En la actualidad sabemos que las algas tienen propiedades nutritivas, porque contienen minerales y vitaminas saludables para las personas. Por eso, nosotros recogemos las algas que se comen.
—¿Y cómo las recogéis?
—¡A mano! Como Roscoff, el pueblo donde estamos, da al océano Atlántico, hay mareas. Es decir, el agua del mar llega más lejos o más cerca de la costa en función de las horas del día y de las épocas del año. Tenemos que aprovechar los momentos de marea baja para coger las algas que han quedado en la playa.
—¿Qué algas cogéis?
—El espagueti y la lechuga de mar, el alga dulce, la kombu, la wakame y la nori.
—¡Qué nombres tan curiosos! En los países asiáticos comen muchas algas, ¿verdad?
—Sí. La nori, por ejemplo, es el alga que recubre el sushi maki, unos rollitos de arroz y otros ingredientes que son muy típicos de la cocina japonesa.
—Bien, ¿y qué hacéis con las algas que cosecháis?
—Pues las traemos a nuestro almacén, donde las lavamos bien con agua de mar y las dejamos secar. De este modo las podemos empaquetar y llevar a los supermercados y a los restaurantes.
—¡Qué trabajo tan interesante! Gracias por explicarnos los secretos de las algas.
—A vosotros. Ha sido un placer.